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Moneda y Crédito. Núm. 196, 1993

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Consejo asesor

  • Presidente:
    • Luis Ángel Rojo, Universidad Complutense de Madrid
  • Consejo de Redacción:
    • José Viñals, Comité de Gobernadores de Bancos Centrales de la CE (Director)
    • Samuel Bentolila, CEMFI (Director adjunto)
    • Miguel Sebastián, Universidad Complutense de Madrid (Director adjunto)
    • Ramón Caminal, Universidad Autónoma de Barcelona
    • Juan Francisco Jimeno, FEDEA
    • Vicente Salas, Universidad Autónoma de Barcelona
  • Consejeros:
    • Gonzalo Anes, Universidad Complutense de Madrid
    • Charles Bean, London School of Economics
    • Lucas Beltrán, Universidad Complutense de Madrid
    • Olivier Blanchard, Massachusetts Institute of Technology
    • Leopoldo Calvo Sotelo, Banco Central Hispano
    • Carlos Cuervo-Arango, Banco Español de Crédito
    • Benjamin Friedman, Harvard University
    • Jorge Hay, Banco Central Hispano
    • César Molinas, Ministerio de Economía y Hacienda
    • Charles Wyplosz, INSEAD


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ArribaAbajoIntroducción y resumen

La liberalización de los movimientos de los bienes, las personas y el capital, a raíz de la puesta en marcha del Mercado Único europeo al inicio de 1993, ha dotado de especial relevancia al tema de la eficiencia y la competitividad de los sistemas económicos de toda Europa, y en especial de los países, como España, que se encuentran entre los menos avanzados dentro de la Comunidad Europea (CE). Por ello, el V Simposio de Moneda y Crédito estuvo dedicado al tema «Eficiencia y competitividad: la economía española ante el Mercado Único», y los artículos de este volumen recogen las ponencias presentadas en aquél.

El primer artículo se ocupa de la evolución relativa de los precios de los bienes comerciables y no comerciables en Europa. Este tema es de gran interés en España debido a la observación, desde 1986, de un dualismo en la evolución de la inflación. En los sectores expuestos a la competencia -principalmente bienes comerciables internacionalmente- los precios se han desacelerado notablemente; en los sectores protegidos -bienes no comerciables y servicios- la inflación se resiste a caer. La relevancia de este fenómeno aumenta por la sospecha de que el comportamiento de los precios de los servicios es el principal obstáculo para el proceso de desinflación.

Con respecto a este tema, la ponencia de José De Gregorio, Alberto Giovannini y Thomas Krueger, titulada «El comportamiento de los precios de los bienes no comerciables en Europa: evidencia e interpretación», presenta las principales regularidades empíricas de la evolución de la inflación en los bienes comerciables y no comerciables en las cinco mayores economías europeas. El artículo muestra que la dualidad arriba mencionada no es un fenómeno puramente español, sino que tiene un carácter internacional.

Los autores presentan a continuación un modelo teórico y su contrastación empírica, la cual pone de relieve, en primer lugar, los problemas de definición de los bienes comerciables y no comerciables. Los resultados empíricos del artículo revelan que los desplazamientos de la demanda en favor de los bienes no comerciables explican parte del comportamiento de los precios relativos, y que también es importante el mayor crecimiento de la productividad en el sector de bienes comerciables.   —8→   También se halla que la menor respuesta de los precios de los bienes no comerciables a variables de carácter real, que los autores interpretan como una falta de credibilidad que eleva los salarios reales perseguidos por los trabajadores, parece haber desempeñado un importante papel en Francia e Italia desde mediados de los años 70 y en España y el Reino Unido desde mediados de los 80. Por el contrario, las diferencias de comportamiento del gasto público entre países, que afectan a la demanda de bienes no comerciables, no parecen ser un factor importante a la hora de explicar la evolución del precio relativo de bienes comerciables y no comerciables.

El segundo tema tratado en el presente volumen es el de las privatizaciones. En la actualidad es objeto de polémica la idea de que la presencia del sector público en un sector trae consigo una merma de la eficiencia y la racionalidad económica en él, pérdida que ha de soportarse en virtud de otras razones que pueden hacer deseable dicha presencia. John Vickers, en su artículo «El programa de privatización británico: una evaluación económica» pasa revista a la experiencia privatizadora británica desde 1980. En él, primero describe y luego evalúa los ingresos logrados por el sector público a través de las privatizaciones, y los efectos de éstas sobre la eficiencia y la competencia. Vickers pasa revista detallada a seis sectores privatizados en el Reino Unido: telecomunicaciones, gas, electricidad, agua, ferrocarriles y el servicio postal.

Las principales ideas del artículo de Vickers son dos. En cuanto a los aspectos financieros, el autor resalta que es posible obtener elevados ingresos a través de las privatizaciones, si bien es discutible que éstas aumenten el valor neto del Sector Público. A este respecto, Vickers critica la práctica habitual de privatizar a un precio por debajo del valor de mercado, que describe como una forma no equilibrada, superficial, no duradera y muy cara de lograr aumentos del número de personas que posee acciones. La otra idea fundamental del artículo es que la privatización nunca puede ser un sustituto de la puesta en marcha de políticas de fomento de la competencia, puesto que la existencia de competencia es más importante que la titularidad de las empresas. Por ello el autor defiende la necesidad de llevar a cabo reformas que incrementen el grado de competencia antes o a la vez que se privatiza.

El artículo siguiente corresponde a la intervención en el Simposio de Moneda y Crédito, en una mesa redonda sobre las privatizaciones   —9→   en España, de Guillermo de la Dehesa. En su artículo, titulado «Las privatizaciones en España», hace un muy útil recuento del irregular proceso privatizador en nuestro país y destaca la idea de que en España -a diferencia del caso británico- no ha existido un programa sistemático de privatizaciones, sino que las ventas de empresas han respondido a razones muy específicas, como lo fue la reprivatización de las empresas del grupo Rumasa.

El resto del volumen está dedicado a una serie de estudios sobre la eficiencia económica en determinados sectores o áreas. La primera, debida a Jordi Gual, se ocupa de «La competencia en el mercado español de depósitos bancarios». Gual presenta inicialmente un marco teórico dinámico para analizar la conducta de las entidades bancarias. En él los bancos compiten para ganar cuota de mercado en el mercado de los depósitos y tienen unas determinadas expectativas sobre el comportamiento futuro de los tipos de interés. Estos dos factores determinan la medida en que los bancos trasladan al tipo de interés que pagan a sus depositantes las variaciones en el tipo de interés interbancario, el cual determina en buena medida el coste de sus recursos y viene determinado esencialmente por la autoridad monetaria. La aplicación de este marco conceptual a los datos españoles mensuales entre enero de 1988 y diciembre de 1991 se realiza estimando ecuaciones de oferta y demanda de depósitos de tres tipos: depósitos a la vista, depósitos a corto plazo (entre 3 y 6 meses) y depósitos a largo plazo (más de 12 meses). Los resultados son interesantes y diferentes de los obtenidos en trabajos anteriores: el grado de competencia sólo es elevado en el mercado de depósitos a corto plazo, pero no en los mercados de depósitos a la vista o a largo plazo. Este resultado puede comprenderse una vez se acepta que estos tres tipos de depósitos tienen una naturaleza distinta y se dirigen a grupos de clientes no coincidentes.

El segundo estudio de carácter sectorial lo constituye el artículo de Guillem López Casasnovas y Adam Wagstaff, que lleva por título «Eficiencia y competitividad en los servicios públicos: algunas consideraciones relativas a la asistencia sanitaria». En él se analiza la eficiencia de la producción de servicios sanitarios en España. Los autores empiezan señalando que es deseable separar conceptualmente la provisión (quién paga el servicio y determina la cantidad y calidad del mismo) de la producción (quién proporciona el servicio). El artículo está dedicado a evaluar la eficiencia de la segunda, por lo que tropieza de entrada   —10→   con el problema de que es difícil conocer la «producción» sanitaria, en especial por la dificultad de medir la calidad de la misma. Tras revisar la metodología disponible a este fin, el artículo presenta la estimación, con datos de un elevado número de hospitales españoles públicos, de los determinantes de los costes de prestación del servicio sanitario. La estimación permite cuantificar el efecto sobre los costes de producción de un hospital derivados de factores como el número de camas, el número de estancias, la duración media por estancia, la naturaleza universitaria o no del hospital, y la complejidad de los tipos de enfermedades que trata. Del análisis también se deriva que existen grandes diferencias entre los costes asociados a estos factores para distintos hospitales.

Por último, el artículo de Leandro García y Celestino Suárez, titulado «Análisis de la protección exterior de la industria española», mide la importancia de las barreras arancelarias y no arancelarias de España frente al resto del mundo. En cuanto a la protección arancelaria, los autores presentan una desagregación sectorial inédita, que confirma la idea de que las barreras arancelarias han caído significativamente desde 1986, con la entrada de España en la Comunidad Europea. Un resultado sorprendente es que se aprecia una mayor incidencia de la protección arancelaria, ponderada por los flujos comerciales, frente a la Comunidad Europea que frente al resto del mundo. En este aspecto, de los datos presentados por los autores se infiere que la eliminación de aranceles frente al resto de la CE derivada de la puesta en práctica del Mercado Único supone un cambio de magnitud reducida, por comparación con las reducciones arancelarias practicadas por España con respecto a la CE entre 1986 y 1992.

Con respecto a la protección no arancelaria, los autores han realizado para este artículo una paciente labor de recolección de información a partir de múltiples fuentes dispersas, debido a la absoluta carencia de datos homogéneos oficiales disponibles públicamente. A partir de los datos recogidos, los autores construyen índices del número de sectores afectados por barreras de tipo no arancelario y de la incidencia cuantitativa de la protección no arancelaria dentro de cada sector. De su observación se deduce que la protección no arancelaria es significativamente más elevada en España que en la mayoría de los demás países de la CE, y se manifiesta especialmente en la existencia de contingentes («cuotas») a la importación. Se aprecia además una cierta tosquedad en las barreras existentes, en la medida en que -a diferencia   —11→   de otros países- apenas se usan las barreras más refinadas, como las conocidas «restricciones voluntarias a la exportación». Los autores concluyen su artículo mencionando que, dada la importancia revelada de estas barreras, y dada la posibilidad de que la puesta en práctica del Mercado Único europeo exija su reducción, habrá que tenerlas en cuenta a la hora de predecir la senda futura de los flujos comerciales exteriores de España, y por tanto del déficit comercial, así como de éstos sobre la inflación.





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