—[210]→ —[211]→
Al tratar del guaicura hemos visto que el cochimí se habla en la parte septentrional de la Baja California.
El jesuita Miguel del Barco escribió un Ensayo del carácter de la lengua cochimí, según se ve de una carta que escribió a Hervás, y que incluyó éste en su obra: Catálogo de las lenguas. Sin embargo, no sé que ninguna persona haya visto el escrito del padre Barco, que probablemente se ha perdido o yace olvidado en alguna biblioteca de Europa.
Clavijero, en su Historia de la Baja California, nos da la siguiente noticia sobre el cochimí:
El mismo Clavijero, en sus Adiciones, agrega lo siguiente:
Los dos primeros ejemplos del idioma cochimí, que trae Clavijero, se ven igualmente en la Colección de Hervás y en el Mithridates, con la traducción de algunas palabras, que ponemos a continuación:
—215→Nakœnamba o makenamba, como escribe Hervás, Padre.
Ambayujup, que Hervás escribe ambayujui, cielo.
Mombojua, nombre.
Tammala, según Hervás tamma, hombres.
Gkomenda, reconocer.
Hi, y.
Nogodogno o nogodoño, según Hervás, amar.
Demuejueg, todos.
Guihi, y, también.
Kœammete, tierra.
Decuinyi, contentar.
Yaa, este.
Iba, día.
Ambinyijua, mal.
Doomo, aunque.
Hi, y.
Dicuinyimo, según escribe Hervás, contentar.
Cahai o lahai, según Hervás, Padre.
Apa, nuestro.
Ambeing, cielo.
Mimbangajua, nombre.
Val, todos.
Vuitmaha, venerado.
Amet, tierra.
Amabang, cielo.
En fin, el mismo Hervás ha presentado otros dos ejemplos del cochimí, que no debemos omitir: el primero de —216→ San Javier y San José, y el segundo de Santa Gertrudis, San Borja y Santa María.
¿Temmia ayimbio | Dios | temma | uyipilta | kuan! |
¿Por qué | Dios | al hombre | creado ha | ...? |
Dios-la | temma | uyipil | nagaallatajua | amet |
Dios | al hombre | creado ha | porque | tierra |
e | no ghinna udaahi. | Dios-mo | uyipunjuz | kœnogooso |
sobre | vivir | Dios | corazón | mucho amar |
iba | hi | kœe | huïmaha | iba. |
muy | y | mucho | venerar | muy. |
¿Dios-il | tama | uchenac | iduviduvec | ucham | hu? |
Dios | al hombre | creando | porque | creado ha | ...? |
Tamal | amateguang | Dios | uduipuicchec | guil | nididuuai |
El hombre | tierra sobre | Dios | amar | sus | mandatos |
uihihumumac | ambeing | uhe | duec | uchuang | hu. |
observando | cielo | va | por eso | creado ha | ... |
En el primer ejemplo se observa que la preposición e, sobre, así como el adverbio iba, muy, y la conjunción hi, se posponen.
—217→En el segundo ejemplo se ven dos gerundios terminados en ac. En la palabra amateguang, la preposición está pospuesta a su régimen.
Aunque los ejemplos puestos por Hervás se refieren a dos dialectos, y a tres los de Clavijero debe advertirse que el cochimí tenía cuatro, que por sus notables diferencias más bien deben considerarse como lenguas hermanas. Efectivamente Clavijero mismo dice: «Aunque muchísimos de los Cochimíes han aprendido el español, se conserva también su lengua en cuatro dialectos tan diversos entre sí que al poco versado en ella pueden parecerle lenguas distintas». El padre Barco (citado por Hervás) se explica de este modo: «La tercera lengua diversa es la cochimí o de los cochimís que ocupan los países mediterráneos de los guaicuras (que se extienden por las orillas del mar), y todas las otras tierras que se habían descubierto hasta la Misión de Santa María, la cual se formaba al tiempo de nuestra expulsión. Esta misión se halla casi a 31 grados de latitud boreal, por lo que me parece, que los cochimíes se extendían por 6 grados en las tres misiones siguientes que todavía existían: San Javier, San José Comandú, Concepción o Cadegomó, Santa Rosalía Mulejé, Guadalupe, San Ignacio, Santa Jertrudis, San Borja y Santa María misión principiada. En esta extensión había a lo menos cuatro dialectos tan diferentes, que el dialecto que yo usaba en mi misión de San Javier (que era la primera) se diferenciaba tanto del dialecto de la de San Borja (que era la tercera), como el español del francés; y mucho más se diferenciaba —218→ del dialecto de la nueva Misión de Santa María. Esta variedad y número de dialectos se exprimían por nosotros con los nombres de las misiones en que se usaban; y así los nombrábamos dialectos de San Javier, Cadegomó, San Ignacio y Santa María».
Orozco y Berra en su Geografía de las lenguas de México (página 43) considera como lenguas afines del cochimí el edú y el didú fundándose en Clavijero. Yo he consultado este autor, y no encuentro aclaración sobre el edú y el didú, mientras que en Venegas Noticia de California veo que los edúes eran lo mismo que los pericúes (páginas 65, 71, tomo 1) y los didúes una tribu de monquis (guaicuras) (página 66, tomo I).
En consecuencia de esto, si es que hubo dialectos llamados edú y didú (lo que no aparece claro) debe referirse el primero al pericú y el segundo al guaicura.
El laimon se hablaba en las cercanías de Loreto, y de él nos ha quedado la siguiente muestra que se ve en el Mithridates, sacada del Diario de Murr.
Diosjua | ibi | ñi; | ïamma | amayben |
Dios | muere | no; | el hombre | año |
metaii | aguinañi. | Kotajua | gehua, | ussi |
muchos | vive no. | La piedra | (es) dura, | el fuego |
mancu. | Ibungajua | ganehmajen | kaluhu. | Annet |
caliente. | El sol | (que) la luna | más grande. | Ayer |
andemajuong | galamata. | |||
noche | ha llovido. |
La sílaba final jua se encuentra en algunas palabras del laimon, así como del cochimí, según los tres primeros ejemplos del Padre nuestro puestos anteriormente. Acaso sea una partícula reverencial.
El adverbio ñi, no, se usa pospuesto.
En la proposición «la piedra es dura», se nota que la cópula, el verbo sustantivo, se omite.
Bagert, entre los autores antiguos, y Orozco entre los modernos, son los únicos que ponen al laimon como diferente del cochimí.
Venegas, en su obra varias veces citada (página 66 et passim) considera a los cochimíes unos mismos que los laimones pues dice: «La nación de los Cochimíes o Laimones es la más numerosa de todas».
Vater, en el Mithridates, fundado en comparaciones filológicas, manifiesta que el laimon era muy distinto a los demás idiomas de California menos al cochimí.
Balbi, en su Atlas, pone a los dos idiomas referidos formando una misma familia.
Ludewig, al citar a los cochimíes, agrega: «related to the Laymons».
Buschmann (Spuren, página 511) fundado como Vater en estudios lingüísticos, encuentra analogía entre laimon y cochimí.
Por mi parte, también reconozco esa analogía en virtud de las comparaciones que he podido hacer, y que pongo a continuación.
—220→Cochimí en varios dialectos | Laimon | |
Hombre | Tamala, tamma | Tamma, uami |
Mujer | Huagen (uaken) | Huetuja, wuetuja, huakoe, wakoe |
Padre | Makenamba, kenamba | Keneda |
Sol, día | Ibo | Ibunga |
Luna | Gomma, gama | Ganeh (gameh) |
Agua | Kahal | Káhal |
Fuego | Ussi | Ussi |
Año | Mejibo | Amayben |
Uno | Tepueg, tejueg | Tejoe |
Dos | Goguo | Gouek |
Tres | Kombio | Komioek |
Nuestro | Japa | Hapa, japa (mío) |
Morir | Ibi | Ib |
Vivir | Ghinau-daahi | Aguinañi |
Amar | Nogosso | Nagassaug |
Todavía | Luhu | Luhu |
No | Nyi | Ñi |
He opinado con Buschmann y otros autores, en contra de Orozco, respecto a la relación que existe entre el cochimí y el laimon. Por el contrario, hay otro punto en que voy de acuerdo con Orozco y no con Buschmann, y es sobre la semejanza del cochimí con las lenguas ópatas, y, en consecuencia, —221→ con el mexicano. Transcribiré primero la indicación que sobre este particular ha hecho Orozco, ocurriré después a la historia y la fisiología, y por último haré las comparaciones léxicas y gramaticales que me sea posible.
Ha aquí lo manifestado por el señor Orozco: «Como una sospecha, y no de otra manera apuntaremos, que el cochimí puede tener afinidad con las lenguas del otro lado del golfo y del río Colorado, y que tal vea no sea extraño al pima, al ópata y a todos los individuos de esa larga descendencia». También Latham en su Filología comparativa (capítulo 57) ha indicado que «todas las lenguas de la Antigua California son yumas». Latham no conoció la analogía del yuma con el pima, es de los que han creído distintos esos idiomas; nosotros hemos procurado demostrar lo contrario en el capítulo 14 de esta obra.
Ahora bien, lo primero que ocurre para no extrañar la analogía de los cochimíes, y demás habitantes de la Baja California, con los ópatas, pimas, etc., es que aquéllos en manera alguna pueden considerarse como autóctonos, según sus tradiciones y su aspecto físico.
En lo general, todos los californios declaraban que sus antecesores habían venido del norte, sobre cuya circunstancia hace Venegas (opere citato) la siguiente explicación: «Aunque ellos no lo dijesen, es por sí mismo creíble esta verdad, estando por todas partes cercada del Mar la California, y sólo unida por el lado del Norte a la Tierra firme, no habiendo demás de eso fundamento para creer que vinieron por mar. No dicen cuándo vinieron; y envueltos todos en lamentable rusticidad, no parece —222→ que ha habido entre ellos quien distinga los años, ni advierta la sucesión de los tiempos como hicieron los mexicanos. La ocasión que tuvieron para dejar sus antiguas tierras del Norte, y venir a poblar las de la California, dicen, por testimonio de sus antepasados, haber sido una gran contienda, que tuvieron en un convite, en que concurrieron muchos de naciones varias. De ello nació el ocurrir todos a las armas, y después de algún debate huir los menos fuertes hacia el Mediodía, perseguidos de los más poderosos hasta esconderse en las montañas de la Península. Otros dicen que la contienda fue entre dos señores que partieron la gente en dos bandas opuestas; y vencedor el uno, obligó al otro, después de mucha matanza, a buscar el asilo de la serranía, y de las islas del Mar. Esto es todo lo que los misioneros han podido averiguar del origen y venida de los Californios a su tierra: donde se ve que su sencillez no les deja fundar su vanidad sobre haber venido de lejos, vistiendo su origen de fábulas, como lo han hecho muchas naciones cultas».
Sobre el aspecto físico de los habitantes de la Antigua California he aquí lo que explica un autor de buen juicio, Clavijero:
Visto ya que, según la tradición, los californios vinieron del mismo rumbo que los mexicanos y sus congéneres, y visto también que el aspecto físico de unos y otros es igual, paso a comparar ahora el cochimí y el laimon con algunas lenguas del grupo mexicano y además con el guaicura. Las analogías que vamos a encontrar nos indican la relación de todas esas lenguas; pero siendo pocas las comparaciones que puedo hacer, no es fácil fijar el grado de esa relación, y así dejo al cochimí en familia separada, aun respecto del guaicura, uniendo los idiomas referidos en la clase de grupo. Véase en el prólogo de esta obra lo que entiendo por dialecto, rama, familia y grupo.
El cochimí y el laimon son polisilábicos como el guaicura y los idiomas del grupo mexicano, e igualmente todos hacen uso de la composición; verbi gratia, naganatepueg, en cochimí, significa cinco, compuesto de tepueg, uno, y nagana, mano.
Ninguno de los idiomas que aquí comparo, si no es una que otra lengua sonorense, tiene declinación para expresar el caso.
El mecanismo del verbo cochimí y laimon, según lo —224→ que he podido observar, es esencialmente lo mismo que en guaicura, mexicano y sus congéneres. Se encuentra en cochimí un gerundio cuya final es ak, como en mutsun.
La preposición en cochimí se pospone a su régimen del mismo modo que en mexicano, ópata, etc.
También se pospone, en cochimí, la conjunción y el adverbio; lo mismo en laimon, guaicura, mutsun y varias lenguas ópatas (véase capítulo anterior, § 9).
HOMBRE
Cochimí. Ta-ma. Guaicura. E-te, ti. Cora. Te-uit. Pima. Te-oti. Comanche. Tah-pi.
MUJER
Laimon. Uetu. Cora. Uita. Pima. Uth. Comanche. Uait-puk.
MADRE
Cochimí. Na-da. Mexicano. Nan-tli. Cahita. Nae.
HERMANA
Laimon. Kenais-a. Netela. Keis.
FRENTE, CABEZA
Cochimí. Ag-opi. Guaicura. Apa. Comanche. P-api. Kizh. Apoan.
—225→CORAZÓN
Cochimí. U-(yi)-punju-z. Comanche. O-piji.
PIE
Cochimí. Aga-napa. Comanche. Nape. Chemegue. Nampan.
BOCA
Cochimí. Aja, aha. Diegueño. Aj, ah. Mutsun. Jai.
LUNA
Cochimí. Ga-ma, go-ma. Comanche. Muea. Kizh. Mua-r.
TIERRA
Cochimí. Amet. Cuchan. Omut.
CIELO
Cochimí. Ambeing. Cuchan. Ammai. Mojave. Amaiya.
NOCHE
Laimon. Andema-juong. Diegueño. Joon.
AGUA
Cochimí y laimon. K-aha-l. Cuchan y diegueño. Aha. Yutah y chemegue. P-ah. Cora. Ah-ti.
AÑO
Cochimí. Me-xibo (xiuo). Mexicano. Xiui-tl.
—226→PIEDRA
Laimon. Ko-ta. Mexicano. Te-tl. Cahita. Te-ta.
DURO
Laimon. G-eua. Mexicano. Oui.
PEQUEÑO, CHICO
Laimon. Whanu, wakna. Mojave. Ato-wenok.
DOS
Cochimí. Goguo. Laimon. Gouek. Ópata. Gode. Pima. Gouak.
TRES
Cochimí. Kombio. Laimon. Komioek. Diegueño y cuchan. Jamok (kamok).
CUATRO
Cochimí. Magakubugua. Cora. Makua. Tepehuan. Makoado.
TUYO, TÚ
Laimon. Ma-ba. Mexicano. Mo. Ópata. Ma. Comanche. E-ma.
SUYO, DE ÉL
Cochimí. Guil. Tepehuan. E-gue. Pima. U-gai.
ÉSTE
Cochimí. Yaa. Cora. Yi.
RECONOCER
Cochimí. K-omenda, k-omenta. Mexicano. Ix-imati.
—227→VENIR
Cochimí. Ghin-audahi. Ópata. Aidahua.
IR
Cochimí. Uje, uhu. Mexicano. Aub, auj. Cahita. Huei.
VER, MIRAR
Cochimí. Ich. Mexicano. Tl-ach-ia. Pima. Ku-ich. Mojave. Icheuk.
SOBRE, SIN
Laimon. Guang. Comanche. Guaht.
AUNQUE
Cochimí. Domo, tomo. Tepehuan. Tumu-tzi.
MUY
Cochimí. Iba. Chemegue. Aba-t.
MUCHO
Cochimí. Kœ. Mojave. Atai-ke. Ópata. Ada-ki.
Y, TAMBIÉN
Cochimí. Hi, hiki. Mutsun. Hi, hia.
Las palabras análogas corresponden a cerca de dos terceras partes de las comparadas.
—[228]→ —[229]→
Los seris, reducidos hoy a unas cuantas familias, habitan en Sonora, especialmente en la isla del Tiburón, por cuyo motivo se les conoce también con el nombre de tiburones. Los indios llamados salineros, que viven en los confines de la Pimeria alta y los tepocas, que habitan hacia el sur, pertenecen a la nación seri.
Notables han sido siempre los seris por su ferocidad y barbarie, prefiriendo morir en la guerra contra los blancos a adoptar su civilización, haciéndose temibles y famosos por sus flechas emponzoñadas con activísimo veneno. Son altos, bien formados, y las mujeres de buen aspecto. Por su estado de retraimiento con los blancos no ha sido posible averiguar sus tradiciones; solamente se les ha oído que sus antecesores vinieron de tierras —230→ muy lejanas sin designar rumbo. De su religión se sabe que adoran todos los días al sol naciente.
El señor don A. Tenochio remitió a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística una lista de palabras seris, que por ser corta y sin explicaciones gramaticales no me ha permitido hacer más observaciones sino las que se ven luego, bastantes, sin embargo, para poder clasificar el idioma. Como una sexta parte de las palabras comparadas tienen analogía directa con el mexicano, y una gran parte de las restantes por medio de idiomas del mismo grupo; igualmente encontramos analogías gramaticales en lo que podemos comprender de la gramática seri.
Generalmente es proporcionada la reunión de vocales y consonantes, aunque en varias palabras se encuentran unas u otras duplicados; verbi gratia, ammime, cielo; itta, madre; abb, el aire; bassojh, estrella; toobo, pavo común; boot, coyote. Esto mismo se encuentra en algunas de las lenguas ópatas, en mutsun y en otras idiomas de California. Sin embargo, el seri aparece en algunas voces como más cargado de consonantes que los demás miembros del grupo mexicano, pues suelen encontrarse hasta cuatro juntas como en kobslh, verde. Empero, esas palabras son pocas, y además la cargazón de consonantes depende del sistema de ortografía usado con el seri que no es enteramente —231→ adecuado. Por ejemplo, en rahj, sol, y otras muchas palabras donde concurre la h, puede observarse fácilmente que si ésta es muda se halla de más, y debe omitirse; si forma un solo sonido con la consonante adjunta entonces bien podían expresarse con un signo y no con dos; en castellano tenemos una muestra de este defecto ortográfico precisamente con la h cuando concurre con la c y forma la ch, siendo un sonido simple que podría expresarse con un solo signo. Si la h en seri, con otra consonante, tiene por objeto dar a ésta más fuerza en la pronunciación, entonces bastaba un acento, un punto, una señal cualquiera para indicar esa fuerza de pronunciación sin cargar las palabras de consonantes inútiles.
También se observa en el seri, y esto le es común con el pima, que algunas palabras empiezan con dos consonantes; verbi gratia, kmam, mujer. Sin embargo, el autor del vocabulario que tengo a la vista suele, en este punto, modificar su sistema, pues escribe sip, muchacho, en lugar de psip.
Se observa el uso de la composición en varias voces, como en todas las lenguas del grupo mexicano. Por ejemplo, en la palabra amptyubl, yerba, entra la voz ampte que significa tierra. Sin embargo, por falta de nociones gramaticales no me es fácil decir cuales son los procedimientos del seri para componer, ni hasta qué grado usa de la composición.
En los ejemplos que he podido ver del nombre, en plural, observo la concurrencia, de la letra k —232→ antepuesta, intercalada o final; verbi gratia, atepim, canasto; atepi-k-sa, canastos; kmam, mujer, kamu-ji-k, mujeres; sip, muchacho; psipil-k-j, muchachos; tam, hombre; tamu-k o k-tamu-k, hombres. Recuérdese que la k es signo de plural en el verbo mexicano, y lo mismo en guaicura, donde también marca el mismo número en el nombre como partícula prepositiva (capítulo 25).
El número uno al número tres tienen palabras simples con que expresarse, y son éstas:
Taso, uno.
Kokjl, dos.
Kupjtku, tres.
El número cuatro parece ser un compuesto de dos y dos, aunque con alteraciones eufónicas, por abreviación o por cualquier otra causa, resultando kosojkl. El cinco es kouton, y el seis suupkasroj. El siete es un compuesto del tres y el cuatro, tomkujk cui. Cui parece ser la conjunción copulativa y, o el adverbio más. El número ocho se expresa diciendo osro jo skum, que es un circunloquio de tres palabras, tal vez tomada la primera del castellano; en efecto osro parece ser el nombre español ocho reducido a la pronunciación seri. El número nueve es ksobbe-joaul. El diez tiene su nombre particular, taul. Para expresar once, doce, etc., se dice diez y uno, diez y dos, y así sucesivamente. Taul joukl significa veinte, y es un compuesto de diez y dos, este último nombre con alguna variedad —233→ de forma, y como si dijésemos 10 × 2. La centena se expresa con sólo repetir el número diez, taul taul.
Ya hemos observado al tratar del tejano o coahuilteco (comparación, al fin) que tanto en este idioma, como en mexicano, hay nombres de números simples; pero otros compuestos. Sin embargo, en mexicano y tejano se cuenta por veintenas, así es que ciento en los dos idiomas significa cinco veintes, y en seri 10 × 10, como en mutsun. (Véase mutsun, § 10). Con todo, debemos advertir que la diferencia de sistema aritmético no es de los que suponen diversidad absoluta en dos naciones, porque después de dividido y subdividido un mismo pueblo cada parte puede haber inventado su modo de contar, o haberlo aprendido de otras razas.
Agregaré sobre los adjetivos verbales del seri, que los hay ordinales derivados aunque, a veces, con bastante diferencia de los primitivos, de modo que se nota irregularidad en la derivación; verbi gratia, taso, uno; tujon, primero; kokje, dos; kujom, segundo.
Una de las omisiones más notables que se notan en el pequeño vocabulario que he citado es la de los pronombres, y sólo he podido entresacar de algunas frases los siguientes:
Ibe, yo.
Itam, aquél.
I, in, mío.
Esto último se usa en composición como en el mexicano y sus congéneres.
—234→
Lo único que puedo decir acerca del verbo es que se observa el uso de finales, uno de los medios, en el grupo mexicano, para marcar los modos y tiempos; verbi gratia, de psif o sif, venir, se deriva siben.
La partícula conjuntivo cui se pospone a su régimen. La misma construcción hemos visto en las familias ópatas, mutsun y guaicura.
Ignoro si el idioma seri tiene verdaderos dialectos; pero tengo noticia de dos lenguas afines que son el guayma, llamado por Pike gayama, y el upanguaima. Así consta de la obra Documentos para la historia de México (3.ª serie, tomo 1.º), donde se lee lo siguiente: «Los guaimas hablan con muy poca diferencia una misma lengua con los seris». «Poca es la diferencia que hay entre seri y upanguaima, pues es una la inclinación y vida, y unos y otros casi hablan un mismo idioma». A los indios llamados cocomaques se les considera de la misma familia que a los guaymas.
Por lo dicho anteriormente se ve que no es exacta la aserción de Hervás, en su Catálogo, sobre que el guaima y seri sean idiomas distintos. Orozco (opere citato) coloca acertadamente al guaima en la familia seri, y Smith dice: «The Guayma speak nearly the same language as the Seri» (Introducción a la Gramática eudeve, New York, 1861).
Recuérdense las reglas etimológicas varias veces comprobadas.
—235→Obsérvese que en seri se halla en algunas palabras la final j, esto es, la h aspirada que hemos observado en mexicano, ópata, pima, comanche, tesuque, etc. (capítulo 21, § 13).
HOMBRE
Seri. Tam. Comanche. Tah-pi, tua-vischi. Cochimí y laimon. Tam-ma. Guaicura. Te. Cora. Te-uit. Pima. Te-oti.
MUJER, MUJERES
Seri. Kmam, ka -muki-j. Cahita. Hamut (kamut). Tarahumar. Muki. Mutsun. Muku-rma.
PADRE
Seri. Ib (ip). Cora. Ya-op-a. Comanche. Ap. Mutsun. Ap-a.
MADRE
Seri. It-ta. Mexicano. Te-ziztli. Cora. Ti-te. Pima. Dah o tah, ghu-its. Cuchan. Ta-il. Tejano. Tai.
HIJO
Seri. Isak. Cahita. Asoak. Costeño. N-isuk, isuk.
MARIDO
Seri. Ikum. Mexicano. Nam-ike. Ópata. Kuna (kum-a). Comanche. Kum-akpi. Mutsun. M-aku.
—236→HERMANO
Seri. O-iach-j. Mexicano. T-iach-(kauh). Cuchan. S-och-e. Tarahumar. T-atch-i.
TÍO
Seri. I-ja-e. Tejano. Ja-kuo.
SOL, DÍA
Seri. Rahj, tahj (r y t letras promiscuas en algunos de estos idiomas). Pima. Tahs. Tarahumar. Tahue, rahue (día). Mutsun. Thrujis (día). Shoshone. Tah-ba. Moqui. Tah-uah.
CIELO
Seri. Ammime. Cuchan. Ammai. Mojave. Amaiya. Cochimí. Ambeing.
TIERRA
Seri. Ampte. Cochimí. Amet. Cuchan. Omut.
FUEGO
Seri. A-mak. Netela. Mugh-at (muk-at).
AGUA
Seri. Ahj. Cora. Ahti. Cuchan y diegueño. Aha. Chemegue. P-ah. Yutah. P-ah. Cochimí. K-ah-al.
LLUVIA
Seri. Ip-ka. Mexicano. Kia-uitl. Cahita. Kipa. Pima. Kuik, huik.
—237→RAYO
Seri. Ajoj-kom. Cahita. Yu-kum-a.
NUBE
Seri. Ok-axla. Mexicano. M-ixtli.
OSCURIDAD
Seri. Jikopohl. Cuchan. Iatkolsi.
NOCHE
Seri. Yam-ok. Ópata. D-ok-o, t-ok-o.
ÁRBOL
Seri. Ehe. Cuchan. Eish.
FLOR
Seri. Yutj (iutj). Pima. Iut.
MAÍZ
Seri. Ba-pute. Cahita. Ba-ché.
MAGUEY
Seri. Asot. Mexicano. M-esot-l (maguey seco).
CALABAZA
Seri. Jam, kam. Cahita. Kam-an.
JUDÍAS (frijol)
Seri. Moan. Cahita. Muni. Huichola. Mume.
—238→PIMIENTO (chile)
Seri. Kokeb. Huichola. Kuku-re.
CERRO
Seri. As-tasro. Pima. Tuark.
BOSQUE
Seri. Kokabate. Mexicano. Kuakuauhtla. Chemegue. Koukup.
PEÑA
Seri. Ahs-teka-koj. Mexicano. Texka-lli. Comanche. Tetekae.
PAVO COMÚN
Seri. To-obo. Cahita. K-obo-re.
LEÓN
Seri. Maz-ojl. Mexicano. Miz-tli. Pima. Ma-vita. Eudeve. Mavirot.
LIEBRE
Seri. Ebe. Comanche. Piar-abo.
CULEBRA
Seri. Ka-bimaj. Mexicano. Koa-tl. Ópata. Ko-y.
PELO
Seri. O-beke. Cahuillo. Pike (bike).
—239→OJOS
Seri. Iktoj. Mexicano. Ixto-lotli. Cuchan. Idot-chi, itot-chi.
BOCA
Seri. I-ten. Mexicano. Ten-tli (labio). Cahita. Ten-i. Eudeve. Ten-it. Pima. Ch-inits.
BRAZO
Seri. Inls. Cuchan. Isil.
PIE
Seri. It-oba. Mexicano. Ikx-itl.
AÑO
Seri. Am-tarsu. Huichola. Chavi-tare.
PAN
Seri. A-taskai. Mexicano. Tlaxkalli. Tepehuan. Taskalli.
VIEJO
Seri. Kma-koj. Caigua. Kom-toj.
AMARILLO
Seri. Kmozol (kozol). Mexicano. Kozauhi.
UNO
Seri. Ta-so. Mexicano. Se. Ópata. Se, seni. Comanche. Se-in.
—240→DOS
Seri. Kokjl. Pima. Koke.
TRES
Seri. Ku-pj-tku. Comanche. Paju (paku). Wihinasht. Paja-gu (ku). Mutsun. Ka-pj-an.
CUATRO
Seri. Koso-jhl. Comanche. Ha-gaso-ua (ha-kaso-ua).
CINCO
Seri. K-outon. Caigua. Onto.
SEIS
Seri. Snap-kas-roj. Shoshone. Na-taks-kueyu.
OCHO
Seri. Osro-jo-skum. Kechi. Skomo.
DIEZ
Seri. Taul. Kechi. Tauy-mili.
OÍR
Seri. Ju-akir (ku-akir). Mexicano. K-aki. Ópata. Kai. Comanche. Ten-akaro.
IR
Seri. Psit-ahj. Mexicano. Auh. Cochimí. Uhe, uje.
—241→REÍRSE
Seri. Psiy-zon. Ópata. At-zi.
ABAJO
Seri. Am-tiki. Cahita. Aebe-tuku.
SÍ
Seri. Y-oha. Pima. Aha-h. Cuchan. Aha-h. Comanche. Haa. Mutsun. G-ehe.
NO
Seri. Oom. Mexicano. Amo.
YO
Seri. I-be. Guaicura. Be.
AQUÉL
Seri. Itam. Guaicura. Tutan. Tarahumar. Ta o ra (letras promiscuas). Chochone. Ton, tan. Ópata. It.
MÍO
Seri. In, i. Cahita. In, ira. Tepehuan. In.
Aunque en la lista de palabras seris que he consultado se encuentran las puestas anteriormente, análogas a las del grupo mexicano, sin embargo se hallan también algunas otras voces que o son exclusivas del seri, o de otra rama extraña al grupo mexicano, por cuyo motivo debe parecer aquel idioma en familia particular. Ejemplos de esas palabras.
—242→Llen, cara.
Ixtcl, hoja.
Abb, aire.
Yug, trueno.
Boot, coyote.
Yspohi, tigre.
Mojhj, algodón.
Sibb, oler.
Psim, dormir.
Konkabre, vieja.
Kebls, colorado.
Concluiré este capítulo recordando un incidente curioso relativo al idioma seri.
En cierta colección de itinerarios remitida por el conocido arqueólogo don Fernando Ramírez a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística se encontraba uno de Durango a Arispe con esta nota: «La tribu de los Seris habla el Árabe, y se entiende con los moros a la primera entrevista». El señor Ramírez, en vista de semejante aserción, hizo algunas comparaciones entre el seri y el árabe, resultando sin comprobación la supuesta analogía de aquellos idiomas. Véase el Boletín de la mencionada sociedad, tomo 2, página 208.
—[243]→
Esta señal * indica que la clasificación del idioma es dudosa, en los términos explicados al tratar de él.
- I. Familia mexicana.
- 1. El mexicano, náhuatl o azteca. Sus dialectos son:
- a. El conchos.
- b. El sinaloense.
- *c. El mazapil.
- d. El jaliscience.
- e. El ahualulco.
- f. El pipil.
- g. El niquiran.
- *2. El cuitlateco.
- 1. El mexicano, náhuatl o azteca. Sus dialectos son:
- —244→
- II. Familia sonorense u
ópata-pima.
- 3. El ópata, teguima o tequima, sonorense.
- 4. El eudeve, heve o hegue, dohme o dohema, batuco.
- 5. El joba, joval, ova.
- 6. El pima, névome, ohotama u otama, con sus dialectos
siendo los más conocidos:
- a. El tecoripa.
- b. El sabagui.
- 7. El tepehuan con sus dialectos.
- 8. El pápago o papabicotam.
- 9. a 12. El yuma comprendiendo el cuchan, el cocomaricopa u opa, el mojave o mahao, el diegueño o cuñeil, el yabipai, yampai, yampaio.
- *13. El cajuenche, cucapa o jallicuamay.
- 14. El sobaipure.
- 15. El julime.
- 16. El tarahumar con sus dialectos, entre ellos:
- a. El varogio o chinipa.
- b. El guazápare.
- c. El pachera.
- 17. El cahita o sinaloense. Sus dialectos más conocidos
son:
- a. El yaqui.
- b. El mayo.
- c. El tehueco o zuaque.
- —245→
- 18. El guazave o vacoregue.
- 19. El chora, chota, cora del Nayarit o nayarita.
También al pima suelen llamarle cora, y este mismo nombre
tiene un idioma de la Baja California. El nayarit cuenta tres
dialectos:
- a. El muutzicat.
- b. El teacucitzin.
- c. El ateanaca.
- 20. El colotlan.
- 21. El tubar y sus dialectos.
- 22. El huichola.
- *23. El zacateco.
- 24. El acaxee o topia, comprendiendo el sabaibo, el tebaca y el xixime, este último de clasificación dudosa.
- III. Familia
comanche-shoshone.
- 25. El comanche con sus dialectos, llamado también nauni, paduca, hietan o jetan.
- 26. El caigua o kioway.
- 27. El shoshone o chochone.
- 28. El wihinasht.
- 29. El utah, yutah o yuta.
- 30. El pah-utah o payuta.
- 31. El chemegue o chemehuevi.
- 32. El cahuillo o cawio.
- 33. El kechi.
- —246→
- 34. El netela.
- 35. El kizh o kij.
- 36. El fernandeño.
- 37. El moqui.
- IV. Familia tejana o
coahuilteca.
- 38. El tejano o coahuilteco con sus dialectos.
- *V. Familia keres
zuñi.
- 39. El keres o queres, dividido en tres dialectos: kiwomi o kioame, cochitemi o quime, acoma y acuco.
- 40. El tesuque o tegua.
- 41. El taos, piro, suma, picori.
- 42. El jemez, tano, peco.
- 43. El zuñi o cíbola.
- VI. Familia mutsun.
- 44. El mutsun.
- 45. El rumsen.
- 46. El achastli.
- 47. El soledad.
- 48. El costeño o costanos.
- VII. Familia guaicura.
- 49. El guaicura, vaicura o monqui.
- 50. El aripa.
- 51. El uchita.
- 52. El cora.
- 53. El concho o lauretano.
- VIII. Familia
cochimí-laimon.
- —247→
- 54. a 57. El cochimí dividido en cuatro dialectos o más bien lenguas hermanas, a saber, el cadegomó, y los idiomas usados en las misiones de San Javier, San Ignacio y Santa María.
- 58. El laimon o layamon.
- —247→
- IX. Familia seri.
- 59. El seri o ceri.
- 60. El guaima o gayama.
- 61. El upanguaima.
—[248]→ —[249]→
Todos las idiomas del grupo mexicano ópata, cuyos sonidos se han reducido a sistema alfabético, tienen las cinco vocales a, e, i, o, u, exceptuando el guaicura que no tiene o. Varios de estos idiomas poseen algunas vocales de sonido confuso, como el mexicano la o oscura, que suena entre o y u, el tarahumar la e y la i promiscuas, el tepehuan una u cerrada y otra aguda; el comanche la e semimuda. En cuanto a consonantes, estas lenguas tienen alfabetos más o menos copiosos; pero representando sonidos iguales o análogos; no hay en las lenguas mexicano-ópatas sonidos extraños, entre sí, como los que se encuentran, por ejemplo, en el maya o el otomí, si comparamos estos idiomas con el mexicano, etc. —250→ Es también de advertir que en varios idiomas mexicano-ópatas hay algunas consonantes promiscuas.
En el pima hay algunas palabras que comienzan por dos consonantes; en otros idiomas de la familia ópata, así como en mutsun y varias lenguas de California, se observan consonantes dobles; en guaicura concurre la letra tsch en varias palabras. Sin embargo, nunca en los idiomas del grupo mexicano hay la cargazón de consonantes que en otros, como el alemán, el inglés y, sobre todo, el polaco. Por el contrario, aquéllos tienden siempre a la eufonía, aun usando las figuras de dicción para conseguirlo. En mexicano, por ejemplo, de teotl, y pia se forma teopixki y no teotlpixki. En tepehuan no se dice uoga sino kuoga, agregando una consonante a la primera vocal. Sobre todo, en tarahumar, dialecto de Chinipas, cada consonante lleva su correspondiente vocal que le da un sonido claro y fácil. En cuanto a vocales, ni aun en el cora, donde más abundan, llegan a dominar tanto como en la familia maya, sirviendo el uso repetido de diptongos y triptongos para que aparezcan frecuentemente dos o tres vocales como una sola.
En una palabra, en los idiomas del grupo mexicano, generalmente es proporcionada la reunión de vocales y consonantes, no pareciéndolo así, únicamente cuando se les adapta alguna ortografía impropia, como la alemana o la inglesa. Precisamente la letra guaicura tsch, compuesta de cuatro consonantes, es de origen alemán, debida al padre Bagert, y la cual bien pudiere expresarse más —251→ sencillamente. Lo mismo podrá observarse en algunos idiomas donde he conservado la ortografía inglesa usada por Whipple, Schoolcraft y otros lingüistas norteamericanos. Respecto del seri, que suele aparecer con palabras hasta de cuatro consonantes reunidas, véanse las observaciones que he hecho al tratar de él (§ 1) sobre al sistema ortográfico que se le ha adaptado.
Todos estos idiomas son polisilábicos.
Véase lo que observo en el capítulo 57 al tratar del carácter morfológico de los idiomas mexicanos.
Los diccionarios del grupo mexicano-ópata, que he examinado, tienen pocas voces onomatopeyas.
En ninguno de los idiomas que aquí estudiamos hay artículo propiamente dicho en toda su esencia y atributos. En pima, la partícula ha suele equivaler al artículo, pero sólo en número plural y caso oblicuo. En ópata, el padre Lombardo llama «artículos relativos» a ciertas palabras que no son más que pronombres, no debiendo confundirse esas dos partes del discurso en una buena explicación gramatical, porque el artículo acompaña al nombre para determinarle, y el pronombre se pone en lugar de aquél cuando se omite. (Ópata, § 13).
El participio sólo se encuentra en las lenguas ópatas y el vaicura, supliéndose en los demás idiomas mexicano-ópatas de la manera que he explicado al tratar de cada uno.
—252→En tarahumar se hace notable la falta de categorías gramaticales, pues una misma palabra puede ser nombre, verbo, adverbio u otra parte de la oración (Descripción, § 8). En los demás idiomas hasta aquí descritos y comparados, también se encuentra algo, más o menos, de esa indeterminación entre las partes del discurso, bajo el punto de vista gramatical, según consta de las siguientes observaciones relativas a las lenguas de que tenemos mejores noticias.
En ópata, eudeve, tepehuan y pima el sustantivo hace de verbo, pues suele expresar tiempo como participio.
En algunas lenguas ópatas y en mutsun el sustantivo significa como gerundio. (Véase entre otras el eudeve, § 12 y el mutsun). En mexicano una misma palabra suele significar como verbo y como nombre; verbi gratia, pilmama, cargar niños o quien los carga. El verbo sustantivo puede suplirse, a veces, con el nombre conjugado, esto es, agregándole los signos del verbo. (Comparación mexicano y ópata, § 16). Basta, a veces, en algunos de estos idiomas adaptar al nombre el pronombre conjugativo para volverle verbo. (Véase por ejemplo el cora, § 15).
En mutsun hay palabras ambiguas, entre interjección y verbo, que parecen una transición de una parte de la oración a la otra (mutsun, nota 13).
En mexicano, cuando se hace uso de la composición, el adjetivo puede significar como adverbio y por el contrario.
En el mismo idioma mexicano, ópata y cora, el pronombre personal y el posesivo tienen forma distinta, y sin —253→ embargo se confunden en significado algunas veces, pues cuando el posesivo se une con varias partes de la oración vale como personal. En mexicano y ópata los pronombres conjugativos suelen tomarse del posesivo y, sin embargo, significar como personales (mexicano, § 38; ópata, §33). En tepehuan y cora el posesivo significa como personal en los casos oblicuos. En tarahumar y mutsun el personal y el posesivo no se diferencian en la forma, y su significado pende del contesto del discurso.
En todos estos idiomas hay preposiciones que se confunden con los adverbios en significado y construcción gramatical, o vice versa.
Por último, debemos observar que en mexicano y casi todos los idiomas del grupo hay palabras de significación tan varia que tienen que explicarse con el nombre de partículas, separándolas de las demás partes del discurso. (Véanse).
No tienen los idiomas del grupo mexicano signos para marcar el sexo: o usan para cada uno voces distintas, o aplican las palabras macho y hembra. Lo que sí se encuentra son algunas voces o formas diferentes según el sexo de la persona que habla; verbi gratia, en mexicano las mujeres dicen xizo, sí, y pronuncian la v de distinto modo que los hombres (Descripción, § 3), así como usan una forma particular para expresar vocativo (Descripción, § 17). En cahita, el adverbio no, le pronuncian diversamente los hombres y las mujeres, e dicen aquéllos; ee dicen éstos, y lo mismo sucede con la afirmación: los hombres dicen hehui, sí, las mujeres hehe. —254→ En pima hay interjecciones que sólo usan las mujeres. En mutsun se encuentran modificaciones de un mismo verbo, variando de terminación, según el sexo a que el verbo se refiere; verbi gratia, oigne, le coge; oistape, la cogió. Empero, donde este modo de expresarse encuentra más desarrollo, con pocas excepciones, es en los nombres de parentesco, teniendo los hombres y las mujeres palabras distintas para decir padre, madre, hijo, etc.
Se encuentran también algunas palabras o formas distintas según se aplican a cosas animadas o inanimadas. En mexicano la partícula te, que acompaña el verbo, indica acusativo de persona, y tle de cosa; lo mismo sucede en ópata, pues ne indica persona y hi cosa. En ópata se encuentra la preposición vepini, que se usa tratándose de personas y pini de cosas, así como hadeni, ¿cuál?, se usa respecto a éstas, y hadanihai respecto a aquéllas. También en ópata ze, uno, se usa para numerar vivientes, y senipa, senika, etc., para cosas. En eudeve la partícula de posesión guagua se aplica a inanimados y vut a animados. Atane, ¿qué?, se usa en cora, hablando de personas, y titah de cosas; en el mismo idioma para contar cosas animadas se antepone la partícula ma al adjetivo numeral. En tepehuan, kuko y tuto son palabras que se refieren a cosas verticales, y la misma idea, respecto a personas, se expresa con guko. En mutsun hay dos verbos que significan estar; tsahora, sirve para los animados, y rote para los inanimados. En costeño el interrogativo qué varía de forma según —255→ se refiere a personas o a cosas. En la aplicación del número plural es donde usan generalmente marcar estas lenguas la diferencia entre seres animados e inanimados, pues sólo le usan con los primeros, o que parecen serlo; ésta es la regla más común aunque con algunas excepciones e irregularidades. (Véanse descripciones y comparaciones).
Sólo el ópata, el eudeve y el cahita tienen declinación para expresar el caso. (Véanse comparaciones). En mexicano y ópata una e final indica vocativo, cuya e parece una interjección. Por lo demás, se usan los siguientes procedimientos para expresar el caso: el pronombre posesivo supliendo al genitivo, los verbos llamados aplicativos que rigen dativo, ciertas partículas en el verbo o nombre que indican acusativo, la yuxtaposición de las voces, su colocación en el discurso y las preposiciones. Al tratar del verbo aclararemos lo que a éste corresponde respecto al caso.
A veces, para expresar plural, se usa de una palabra que indique muchedumbre. En mexicano y las lenguas ópatas se indica también plural repitiendo una sílaba del nombre en singular. (Véanse las descripciones y comparaciones). El mexicano, algunas lenguas de la familia ópata, el comanche, el mutsun, el guaicura y el seri tienen terminaciones o partículas de plural, cuya igualdad o semejanza consta de la siguiente comparación.
—256→Mexicano | Ópata | Eudeve | Cahita | Cora | Pima | Comanche | Mutsun | Guaicura | Seri |
Me | Ni (mi) | Me, m | M | Mea, moa | ___ | Ne (me) | Ma | Ma | ___ |
Tin (t) | ___ | ___ | Zim | Te, zi, tzi | Ti | ___ | ___ | ___ | ___ |
___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ |
In | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | In | ___ | ___ |
Ke, k | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | Ku, k | K |
___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ | ___ |
Recuérdese que k marca plural en algunos tiempos del verbo mexicano, y que k, ku son partículas de plural para verbos y nombres en guaicura (comparación de éste, § 4 y 8). In es terminación de pronombre en plural en mexicano y mutsun. Sobre la final del ópata, véase su comparación con el comanche (capítulo 17). Respecto a la conmutación de n en m, se ha comprobado varias veces en los capítulos anteriores.
—257→
El sistema de derivación que domina en el grupo mexicano-ópata es el de terminaciones yuxtapuestas cuya analogía hemos visto en otro lugar. (Comparaciones).
Además de las terminaciones yuxtapuestas que, como he dicho, es lo dominante, usan estos idiomas otros procedimientos para derivar, y son los siguientes.
El uso de partículas prepositivas o intercaladas.
La comparación supliendo la derivación, como se ve especialmente en comanche.
Los adjetivos que expresan privación se forman, a veces, por medio de la negación, así es que no se dice malo sino no bueno; esto se verifica en mexicano, lenguas ópatas y especialmente en guaicura.
Carecen las lenguas de que voy tratando de signos para expresar comparativo y superlativo, supliéndolos por medio de los adverbios más y muy. En cahita, tarahumar y comanche se expresa el superlativo repitiendo una palabra, sílaba o acento.
Por último, en todos estos idiomas hay algunos casos de inflexión según lo explico en el capítulo 57 al tratar del carácter morfológico.
Estos idiomas tienen dos formas para el pronombre: entero o abreviado; abreviado se usa generalmente en composición.
En mexicano, cora, ópata y mutsun hay casos en que se altera la final de los nombres al componerse con posesivo. Lo mismo viene a resultar por medio de las partículas que tienen algunas lenguas ópatas, y que se agregan —258→ al nombre para indicar posesión, una de cuyas partículas es análoga a la terminación de posesivo en mexicano kauh. (Comparación del mexicano y ópata, § 13). En guaicura, la partícula que indica posesión se agrega al pronombre mismo, y es kun, análoga también a la referida terminación del mexicano kauh.
Las personas se marcan generalmente con los pronombres personales, sean enteros o abreviados, en composición o fuera de ella, prefijos o sufijos.
Los tiempos, modos o voces se expresan con terminaciones (generalmente yuxtapuestas) y partículas, dominando lo primero.
Voy a presentar un resumen comparativo de las terminaciones y partículas conjugativas, pudiéndose encontrar aclaraciones en el capítulo relativo a cada idioma.
Presente de indicativo
Tarahumar. Ra, ta. Comanche. Tza.
Tarahumar. Ta, ra. Guaicura. Re.
Pretérito imperfecto
Mexicano. Ya, ia. Cahita. I, a, ai. Ópata. Ia, a (perfecto). Tarahumar. Ye (ie).
Pretérito perfecto
Mexicano. Uh. Cahita. U. Pima. Hi.
Mexicano. Ki (singular). Ópata. Kia. Tarahumar. Ka, ke, ki, ku. Cahita. Ka, kai. Tepehuan. I-ki. Mutsun. I-kun, kun.
—259→Ópata. Ne. Mutsun. N.
Tarahumar. Ge, re o te. Mutsun. Gte, te.
Pluscuamperfecto
Mexicano. Ka. Pima. Ka-da. Cahita. Kai. Ópata. Ka-ru. Guaicura. Ri-ki-ri.
Ópata. Ria. Eudeve. Riru, ri. Pima. Rhijeri. Tarahumar. Re. Guaicura. Rujere, raupere.
Tepehuan. Iki. Tarahumar. Rek. Guaicura. Rikiri.
Futuro
Mexicano. Z. Ópata. Zea, sea. Eudeve. Tze.
Tarahumar. Rek. Comanche. Re-no.
Cahita. Ieti, it (partícula). Mutsun. Vat, uat (partícula).
Pima. Muku, muju. Tepehuan. Mokue, mojue. Guaicura. Meje.
Guaicura. Ene-me, me. Ópata y cahita. Me (participio de futuro). Tarahumar. Me-ri, me-ra (participio de futuro).
Imperativo
Mexicano. Kan. Cora. Ka, aka.
Mexicano. Ma (partícula). Tarahumar. Ba (partícula). Cahita. Ma (partícula).
Mexicano. Z. Ópata. Zea, sea. Tarahumar. Zi, si.
Ópata. Te, vu. Mutsun. Ti o t, uts. Guaicura. Tei, tu.
—260→Subjuntivo u optativo
Mexicano. Zkia. Ópata. Zia.
Mexicano. Ni. Pima. Na. Tepehuan. A-na. Cahita. Na.
Mexicano. Kia. Tarahumar. Ke, ka (partícula). Pima. Ko (partícula.) Mutsun. Kat (partícula). Ópata. Ki-ru. Tarahumar. Re-ke-ye. Guaicura. Ri-ki-ri-ka-ra.
Verbo activo que tiene complemento tácito o expreso
Mexicano. K, ko. Tarahumar. Ke.
Mexicano. Kin, kim, ki. Coahuilteco o tejano. Chin, chim (ch = k).
Mexicano. Nech. Ópata. Ye. Cahita. Ne.
Mexicano. Te, tla. Cora. Ti, ten. Pima. Tu.
Respecto de ciertas idiomas, téngase presente que carecemos de noticias gramaticales en todo o en parte, y por esta razón nada figuran, o muy poco, en las anteriores comparaciones.
El mexicano, y las lenguas ópatas no tienen infinitivo; pero sí el mutsun, guaicura y, según parece, el comanche. Sin embargo, esto no forma una diferencia esencial, porque el infinitivo en los tres idiomas últimos es una forma poco marcada, poco determinada, la radical sin signos, esto es, sin tener algo que le caracterice y distinga bien. De este modo pudiera también tomarse como infinitivo la primera persona de indicativo singular en —261→ mexicano y lenguas ópatas, excluyendo los prefijos, y efectivamente para designar el verbo, en abstracto, se dice chihua, hacer (mexicano); hio, escribir (ópata), etc.
La forma dominante del verbo en las lenguas ópatas es el gerundio, el cual en los demás idiomas que aquí comparo no representa un papel gramatical tan importante; pero no falta, según las explicaciones y comparaciones hechas anteriormente. La terminación de gerundio en mutsun es mak, y en cochimí, ak; en las lenguas ópatas hay varios gerundios y participios donde figura también el sonido k. En guaicura el gerundio en me recuerda el del pima en mi, y el del tarahumar en me-ra.
El signo del gerundio mexicano es la partícula prefija ti, en jaliscience la final to, en comanche, te, en pima, tu, en tepehuan, ti, en eudeve, do, en tesuque, de. Veremos que en estos idiomas vale lo mismo una partícula que una final. (Véase capítulo 57).
La analogía del gerundio en las lenguas ópatas queda demostrada anteriormente. (Comparación, § 14).
Son dignos de llamar la atención en las mismas lenguas ópatas los verbos llamados singulares y plurales, es decir, formas distintas según se aplican a una o muchas cosas. En guaicura también se encuentran esos verbos; pero donde se hallan en su forma amplia y regular es en mutsun.
Ninguno de estos idiomas tiene verbo sustantivo puro, sino con otros significados como estar, haber y aun menos análogos. El verbo sustantivo suele suplirse en algunas —262→ lenguas del grupo mexicano de la manera explicada en las descripciones y comparaciones.
La preposición se pospone generalmente a su régimen, menos en guaicura.
En las familias ópata, guaicura, mutsun y seri hay ejemplos de adverbios y conjunciones que se posponen. (Véase especialmente guaicura, comparación, § 9).