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A Aminta y Lísis en
unión dichosa:
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Amor, desdenes, ira y todo
junto
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Bate las sueltas alas
amorosas,
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Baxo una erguida populosa
encina,
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Dame, traydor Aminta, y
jamás sea
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Delio, quantos al cielo
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Detén el presto
vuelo
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De tus doradas hebras, mi
señora,
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Dexa ya la cabaña, mi
pastora,
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Don grande es la fama,
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Do quiera que los ojos
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Ea fin voy a partir, bárbara
amiga,
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En este valle, do sin seso
ahora
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En medio de su gloria así
decía
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Fértiles prados, cristalina
fuente,
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He aquí el lecho nupcial...
¿tiemblas, amada?
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Hora pienso yo ver a mi
señora
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Huyes, Cinaris bella, y
desdeñosa,
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¡Ah Clori! se
anublaron
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¡O! ¡quan
hórridos chocan
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¡O! rompa ya el silencio el
dolor mio,
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¡O si el dolor que siento se
acabara,
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¿Adónde incauto desde
el ancha vega
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¿Do me conduce Amor?
¿do inadvertido
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¿Dónde hallar
podré paz? ¿el pecho mío,
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¿Huyes ¡ay! huyes mis
amantes brazos,
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¿Nació, Amintas, el
hombre
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¿Por qué en tanta
alegría
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¿Qué quieres, crudo
Amor? dexa al cansado
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¿Si es él, Amor?
¡qué trémula la mano
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La gracia, la virtud y la
belleza,
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Las blandas quejas de mi dulce
lira,
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Los ojos tristes, de llorar
cansados,
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Naced, vistosas flores,
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No en vano, desdeñosa, su
luz pura
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No temas, simplecilla; del
dichoso
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Paced, mansas ovejas,
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Perdona, bella Cintia, al pecho
mío ,
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Perdón, amables Musas; ya
rendido
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Por un valle solitario,
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Qual suele abeja inquieta
revolando
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Quando la sombra fúnebre, y
el luto
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Quédate, A DIOS. pendiente
de este pino,
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Quiso el Amor que el corazón
helado
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Salud, lúgubres días,
horrorosos
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Salud, o sol glorioso,
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Suelta mi palomita
pequeñuela
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Tiempo, adorada, fue, quando
abrasado
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Tímido corzo de cruel
acero
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Trono indignado el cielo,
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Ven, mueve el labio
mío,
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Ya vuelvo a ti, Pacífico
retiro.