581
Es otro caso de agitanamiento. Deriva, indudablemente, de rastra.
582
Del caló flime, poco.
583
Del caló papiri, vale bono, y chinorré, pequeño.
584
Del caló gancibé, gancibén, avaricia.
585
En caló, balebá, balibá, es tocino.
586
Está alterado el nombre. En caló se llama la navaja serdañí. Es un nombre tomado de la germanía (cerda, cuchillo) y agitanado después.
587
Hablar.
588
Entender. El término chamullar y chanelar lo traducen los delincuentes profesionales como una locución expresiva de que conocen y practican el oficio de ladrón.-¿Chamullas y chanelas? le pregunté a uno.-No es otro mi oficio -me respondió.
589
El inspector de vigilancia D. Francisco García y García, publicó en 1889, en Zaragoza, el Catón del agente de la policía judicial, estudio muy estimable en todo menos en el «Vocabulario gitano», que no es más que copia de algunas palabras del Diccionario de D. Francisco Quindalé (Sales Mayo).
590
En la novela picaresca se usa muchas veces la locución «dando bordos», para sintetizar la ocupación de los pícaros, dedicados constantemente al hurto o a otro género de proceder contra la propiedad. Actualmente los jóvenes dedicados a los procedimientos de la delincuencia asociada, se llaman golfos.