La Vida y Muerte de Tres Niños de Tlaxcala que murieron
por la confesión de la fe: según que la escribió
en romance el Padre Fray Toribio de Motolinía, uno
de los doce religiosos primeros &c.
Traducción de las Vidas y Martirios que padecieron
Tres Niños principales de la ciudad de Tlaxcala, la
cual practicó el intérprete general de esta
Real Audiencia (Don Vicente de la Rosa Saldivar), en virtud
de lo mandado por el Exmo. Sr. Conde de Revillagigedo, Virrey,
Gobernador y Capitán General de este Reino. -México,
por Vicente García Torres, 1856, fol., apud «Documentos
para la Historia de México», Tercera Serie, Tomo I.
Ritos antiguos, sacrificios e idolatrías de los
Indios de la Nueva España, y de su conversión
a la fe, y quiénes fueron los que primero la predicaron.
- Impreso apud «Antiquities of Mexico», by Lord Kingsborough.
Vol. IX. London, published by Henry G. Bohn, York Street,
Covent Garden. MDCCCXLVIII. Fol. máx.
Aquí comienza la relación de las cosas, idolatrías,
ritos y ceremonias que en la Nueva España hallaron
los españoles cuando la ganaron: con otras muchas
cosas dignas de notar que en la tierra hallaron
De las cosas variables del año, y cómo en
unas naciones comienza diferentemente de otras; y del nombre
que daban al niño cuando nacía, y de la manera
que tenían en contar los años, y de la ceremonia
que los indios hacían
De la fiesta llamada Panquetzaliztli, y los sacrificios
y homicidios que en ella se hacían; cómo sacaban
los corazones y los ofrecían, y después comían
los que sacrificaban
De las muy grandes crueldades que se hacían el día
del dios del fuego y del dios del agua; y de una esterilidad
que hubo en que no llovió en cuatro años
De la fiesta y sacrificio, que hacían los mercaderes
a la diosa de la sal; y de la venida que fingían de
su dios; y de cómo los señores iban una vez
en el año a los montes, a cazar para ofrecer a sus
ídolos
De las otras fiestas que se hacían en la provincia
de Tlaxcallán, y de la fiesta que hacían los
Chololtecas a su dios; y porqué los templos se llamaron
teocallis
De la conversión y aprovechamiento de estos indios;
y cómo se les comenzaron a administrar los sacramentos
en esta tierra de Anáhuac, o Nueva España;
y de algunas cosas y misterios acontecidos
De donde comenzó en la Nueva España el sacramento
del matrimonio, y de la gran dificultad que hubo en que los
indios dejasen las muchas mujeres que tenían
Del sentimiento que hicieron los Indios cuando les quitaron
los frailes, y de la diligencia que tuvieron que se los diesen;
y de la honra que hacen a la señal de la cruz
De cómo los Indios notaron el año que vinieron
los Españoles, y también notaron el año
que vinieron los frailes. Cuenta algunas maravillas que en
la tierra acontecieron
De los frailes que han muerto en la conversión de
los Indios de la Nueva España. Cuéntase también
la vida de Fray Martín de Valencia, que es mucho de
notar y tener en la memoria
De que no se debe alabar ninguno en esta vida; y del mucho
trabajo en que se vieron hasta quitar a los Indios las muchas
mujeres que tenían; y cómo se ha gobernado
esta tierra después que en ella hay Audiencia
Del tiempo en que México se fundó, y de la
gran riqueza que hay en sus montes y comarca, y de sus calidades,
y de otras muchas cosas que hay en esta tierra
De la abundancia de ríos y aguas que hay en estos
montes, en especial de dos muy notables fuentes; y de otras
particularidades y calidades de estos montes; y de cómo
los tigres y leones han muerto mucha gente
Que cuenta del buen ingenio y grande habilidad que tienen
los Indios en aprender todo cuanto les enseñan; y
todo lo que ven con los ojos lo hacen en breve tiempo
De la muerte de tres niños, que fueron muertos por
los Indios, porque les predicaban y destruían sus
ídolos, y de cómo los niños mataron
al que se decía ser dios del vino
De la ayuda que los niños hicieron para la conversión
de los Indios, y de cómo se recogieron las niñas
indias, y del tiempo que duró, y de dos cosas notables
que acontecieron a dos indias con dos mancebos
De la diferencia que hay de las heladas de esta tierra
a las de España, y de la fertilidad de un valle que
llaman el Valle de Dios; y de los morales y seda que en él
se cría, y de otras cosas notables