Poesías
La comedieta de Ponça
- VI -
BLASÓN DE LAS ARMAS D'ESTAS SEÑORAS, POR
PEDRERÍA
- VIII -
LAS SEÑORAS REYNA DE NAVARRA DOÑA BLANCA,
E LA INFANTA DOÑA CATHERINA
- X -
MIÇER JOHÁN BOCAÇIO DE ÇERTALDO,
ILUSTRE POETA FLORENTINO
- XI -
EXHORTAÇIÓN DE LA REYNA DOÑA LEONOR
- XII -
PABLA LA SEÑORA REYNA DE NAVARRA
- XIII -
FABLA LA SEÑORA REYNA DE ARAGÓN REGNANTE
- XIV -
FABLA LA SEÑORA INFANTE DOÑA CATHERINA, QUEXÁNDOSE
DE LA FORTUNA, E LOA LOS OFIÇIOS BAXOS E SERVILES
- XXI -
LA NARRAÇIÓN QUE FIÇO LA REINA DOÑA LEONOR,
MADRE DE LOS REYES, A JOHÁN BOCAÇIO.
- XXV -
EL SEÑOR REY DE ARAGÓN E DE LAS DOS ÇEÇILIAS,
DON ALFONSO
- XXXI -
EL SEÑOR DON JOHÁN, REY DE NAVARRA
- XXXVI -
LA MUY MANÍFICA SEÑORA DOÑA MARÍA,
REYNA DE CASTILLA, MUGER DEL REY DON JOHÁN
- XLI -
LA SEÑORA DOÑA LEONOR, REYNA DE PORTUGAL,
MUGER DEL REY DON DUARTE
- XLIII -
RECUENTA LA SEÑORA REYNA DOÑA LEONOR ALGUNAS
SEÑALES QUE OVO DEL SU INFORTUNIO
- LI -
RECUÉNTASE EL SUEÑO DE LA SEÑORA
REYNA, MADRE DE LOS REYES
- LVIII -
DE CÓMO FUE PRESENTADA LA CARTA DE LAS SEÑORAS
REYNAS DE CASTILLA E DE PORTUGAL A LA SEÑORA REYNA,
SU MADRE; EN LA CUAL SE FAÇE MENCIÓN DE LA BATALLA E PRESIÓN
DE LOS SEÑORES REYES E INFANTE
- LXXXIII -
LA MUERTE DE LA SEÑORA REYNA DE ARAGÓN,
MADRE DE LOS REYES
- LXXXV -
DE CÓMO LA FORTUNA EN FEMENIL FORMA VINO A CONSOLAR
A LAS SEÑORAS REYNAS E INFANTE
- XCV -
RECUÉNTANSE LOS MONARCAS, EMPERADORES E REYES,
QUE EN ESTA VENIDA ACOMPAÑARON A LA FORTUNA
- CVII -
DE CÓMO LAS SEÑORAS REYNAS E INFANTE SE
INCLINARON A LA FORTUNA
Canciones
CANÇIÓN DEL MARQUÉS A RUEGO DE SU
PRIMO, DON FERNANDO DE GUEVARA
|
«-Illustre Regine, de cuy el aspecto «-Sí, soy, cavallero; A esta consiguen las siete donçellas A los libres pertenesçe A quien puedas corregir A ti amo e amaré Aborresçe mal vivir Achiles armado non fue tan ligero, Aflexido con grand fiesta, Al amigo te requiero Al modo que cuentan los nuestros auctores Al tiempo e a la saçón Al tiempo que al pasto salen de guarida Alexatvos do querades, Alixandre con franqueça Allá a la vegüela, Allí fueron sueltos los fijos de Echina Allí se fablava de Protesylao Allí se fablava del monte Parnaso Allí se nombraron Grimaldos e Doria, Allí se nombravan los de Barçelona Allí se nombravan los de Sandoval, Allí se nombravan los Lunas e Urrea, Allí se nombravan Maças e Boyles, Allí se tocava del gentil Narçiso, Allí vi a Rea, muger de Tarquino, Allí vi de Greçia los nobles hermanos Allí vi de Pigmalión el hermana, Allí vi yo a Belo, a Nino e Sardana, Allí vi yo a Eneas e con él Palante, Allí vi yo Adastro e vi a Thydeo, Ama e onra la verdat, Amor, el qual olvidado Antepón la libertad Antes el rodante çielo Aprés de las quales vi más un varón Aquella muy manso fablava, digiendo: Aquí Caliope, Melpomene e Clío, Aquí las enseñas fueron desplegadas, Armada de gentileça Asuero, sinon oyera, Asy como nieve, por quien pasa yelo Asy concluyendo, la flota fue presa Asy concluymos Asy del segundo me paso al terçero, Asy fatigada, turbada, e cuydosa, Asy ferido de muerte Asy non es maravilla Asy recordado, miré do sonava Athenesas e thebanas Aurora de gentil mayo, Avet ya de mi dolor: ¡Benditos aquellos que quando las flores Bien como riendo, Bien cuydava yo servir Bien digo a mi coraçón Ca d'otra manera los unos serían Ca de fecho delibrado Ca de la manifiçençia Ca dexando aquella rosa Ca esta es la linia reta Ca fijo, si mucho amares Ca los que buscan façienda, Ca los thesoros de Mida Ca muy atarde al absente Ca non es tan poderoso Ca non pienses que el estado Ca non solamente serán delibrados Ca non solo del errar Ca por ello fallarás Ca sería crueldat Ca si fuese en tal manera, Ca singular, non comuna, Ca tiempo façe las cosas Ca tú eres caramida Ca vuestra philosomía Ca yo vos juro, señora, Ca, reynas muy claras, si yo permitiera Caliope se levante, Cansado soy de fablar Ceñía una gruesa çinta de caderas César, segund es leydo, Çiçerón tornará mudo Çiertamente non cuydara Codro quiso más vençer Color de la piedra d'estupaza fina ¿Cómo se puede sofrir Como selva guerreada Con cándidos rayos forçaba el aurora Con tales palabras dio fin al sermón Con tanta inosçençia como fue trayda Concluyendo, en fin, te digo Conosçiendo que mal façe Coraçón, a Dios te do, Cupido, el qual se mostrava Cuydé que olvidado De claridat emicante De gentil seda amarilla De gótica sangre fuy yo produçida De la moça de Bedmar, De lo que se engendra yo soy el actora, De los bienes de fortuna De mí, loco infortunado, De nuestra simiente e generaçión De sí mesmo enamorado De vos bien servir De Vytoria me partía Deçendiendo'l yelmo a yuso, Defeto es quien bien s'entiende Del que tal liçençia pide Deseando aquel buen día Deseando ver a vos, Después de la más çercana Después que nascí, Desque oyó lo que decía Desque vi que non podía Desque ya ovieron cantado Dexado el exordio, la triste materia, Días ha que me prendistes Dios vos faga virtuosa, Dios vos fiço sin emienda Diversas veçes, mirando Dixe: «Non vades señera, Díxele «Non me matedes, Díxele: «Dios vos mantenga, Díxeles, en respondiendo, Dixo: «Cavallero, Do, por más admiración, Donçella, set vos la lança E çese la pluma sotil de Lucano E cómo del fuego la yerva curada E como el graniço que fiere en linera E cómo Fiameta con la triste nueva E como varones de noble senado E de todas otras tierras E Diana concordante E esto causa la raçón E non a ninguna más. ¿E quién contaría los muchos linajes, E sea la tu respuesta E serás tú, Ponça, jamás memorada E si cántigas de amores E vi los Philipos e los Pharaones El Çésar afortunado El comienço de salut El peso de Mares non punto mostrava El pródigo non me plaçe El quarto firmalle mostrava persona El triste que se despide El vuestro angélico viso En el filo estava la lit espantosa, En el tiempo que tú vías En la parte adversa, bien como señora En Lípari çesará En malvada tiranía En otros tiempos quisiera En quanto al primero, aquí fago pausa, En toda la su montana En un verde prado Entre Gaona e Salvatierra, Entre Torellas e el Fayo Entre Torres e Canena, Era en el primero, teniente en la diestra Era en el seteno donçella en un parco Era en el terçero Géminis grabado, Escura teniebra tenía aquedada Ésta de los dioses paresçe engendrada, Ésta de Sibyla del su nasçimiento Esta face abtoridat Esta figo a los Catones Éste desd'el tiempo de su puerïçia Éste los selvages siguió de Diana, Éste, deseoso de la duradera Éstos, poseyendo las grandes Españas, Ethiopía tornará Fablavan, novelas e plaçientes cuentos, Façiendo la vía Fermosas con grand sentido Fijo mío mucho amado, Fijo, sey a Dios sirviente, Fijo, sigue al entendido Fin darán las Alçiones Fortuna non discrepante Frondino, por observar Fuye de la ociosidat Garnacha traía Gentil dama, cuyo nombre Gentil dama, tal paresçe Grand batalla me conquiso Grand corona del varón ¡Guay de quien asy convida, Guerrea con mano armada Ha bien errada opinión Humanas son tigres, e fieras leonas Inquiere con grand cuydado Invidia jamás procura La beldat e fermosura La gente de España llamava «¡Aragón!» La gente desfavorida, La gentil nasçión notable La madre de Alecto las nuestras regiones La segunda tarja de un balaxo ardiente La última fija non pienso la prea Las fieras tigres farán Las gentes contrarias llamavan «¡Milán!» Las gruesas bombardas e rebabdoquines Las nobles servientes las ricas cortinas Las pregarias de Venturia Las riqueças temporales Las sílabas cuenta e guarda el açento Las sonantes cuerdas d'aquel Anphión Las tres nobles reynas, la clara deesa Leyda la carta o letra, cayó Linda en paresçer Lloren los enamorados Lloro e río en un momento Lo qual, precedentes recomendaçiones, «Los altos corajes, Reyna venerable, Los campos e mieses ya descoloravan, Los casos de admiraçión Los grandes naucheres, sentido aquel daño, Los pasos del invidioso Los quales, demás de toda la España Madrugando en Robledillo, Marco Atilio, non dubdando Mas el triste despedir Mas en tales cosas piensa Mas non se puede negar, Mas por non vos ser prolixo Más presto fue destruydo Mas vi la fermosa Mas, señora, pues façedes Mío non, mas todo vuestro Miren vuestra compañía Moça tan fermosa Moçuela de Bores, Mostrádose avía el carro estellado Muchas buenas e honorables Mucho es digna de honor Muchos otros dexo, porque'l femineo Muy atarde de consuno Muy atarde vi pobreça Nin son las mis graçias e mis donadíos Non a tan grand yra çierto provocó Non confíes en ascenso Non conviene que olvidemos Non creo las rosas Non crió naturaleça Non discrepes del ofiçio Non es humana la lumbre Non menos fermosa e más dolorida Non menos fue a Cipïón Non pienses, poeta, que çiertas señales, Non por aquesto pensés Non pude aver conclusión, Non puede ser numerada Non punto se discordaron Non refuses resçebir Non se entienda perdonar Non se falla de belleça Non se piensen, nin pensedes Non sé que diga ventura Non seas açelerado Non son los martillos en el armería Non tanto mirara Non te desplega la edat Non te plega ser loado Non te plegan altiveçes Non vi yo a Neptuno en carro dorado Nonte te digo qu'el estado Nuevamente se m'ha dado Nunca tal fue Virginea, Nunca ya me cansaré ¡O fijo! sey amoroso, O lúcido Jove, la mi mano guía, O Musas, mostradme las gentes insines O vos, dubitantes, creed las estorias ¡O, quánd bien murió Catón, ¡O, quánto fue reprovado ¡O, si fuesen oradores Otros vi que sobreseo, ¿Oystes jamás o vistes Paresçe como las flores Paresçió luego siguiente Partiendo de Conejares, Pellote negro vestía Pero al fin façet, señora, Pero nin por tanto los tales pensat Pero non cuydes, señora, Pero non pienses que digo Pero ya, pues la ventura Pero, Amor, pues me feçiste Plaçiente digo, señora, Por do, si algo presumo Por este mesmo pecado Por expreso mandamiento Por lo qual: «Señora Por mirar su fermosura Por música e maestría Por no les façer turbança ¿Por qué me detengo agora en fablar, Por tanto en efeto la su detençión Por tanto, señora mía, Por tanto, si bien arguyo Por todos estos pinares Por una gentil floresta Porque la mesma loor Pregunté sin dilaçión Preguntéle do venía, Pues de vuestra grand valía Pues di: ¿por qué temeremos Pues fabla tú, Çirra, e Nisa responda, Pues fablemos la verdat: Pues loen con grand femençia ¿Pues qué más diré?... que quantos abarca Pues qué me dirás de Lento, ¿Pues qué te diré del fijo primero, Pues sienta quien siente, si sentido basta, Qual del çisne es ya mi canto ¿Quál es en humanidat Qual trompa celeste e voz divinal Quando bien he trabajado, Quando la fortuna quiso, Quanto a los varones aquí sobreseo Quanto es bueno el comer Quanto más vos mirarán, ¡Quántos ricos son venidos ¡Quántos vi ser augmentados ¿Qué diré de Catherina Que quanto más adquirieres, Quien de vos merçet espera, ¿Quién fue tanto enamorado ¿Quién non se farta de males ¿Quién reservará al temido ¿Quién será que se detenga ¿Quién vio tal feroçidat Quien vos verá ciertamente Quiere aquello que pudieres Quise saber su viaje, Recuérdate de mi vida, Recuérdate que padesco Refuye los noveleros Respondiome con ufana: Respondiome: «Cavallero, Respondiome: «Non curedes, Reverençia Roboam non consiguiendo Sabet que los trïunfantes Sacatme ya de cadenas, Salomón, sabiduría Segunt vuestra loçanía Señora, muchas merçedes «Señora, pastor Señora, qual soy venido, Serrana, tal casamiento Serranillas de Moncayo, Si deseares aver, Si dixieres por ventura Si fueres grand eloqüente. Si las puertas sabias fueron, Si non deçit, si goçedes, Si non, sabe çiertamente Si quieres ser abondado, Si tovieres tu secreto Si tú deseas e mí Siempre la virtut fuyó Siempre me plogo loar Siempre te desea delante Siguiendo el plaçiente estilo Socorrer al miserable Sólo por augmentación Suçesora de Luçina, Tanta es vuestra beldat Tanta vida vos dé Dios. Tanto tiempo los romanos Tenían las manos siniestras firmadas Tiempo se deve otorgar Todo mi placer peresçe Traía al su diestro lado Traía saya apretada Un fuerte castillo, e su fenestraje Usa liberalidat Vengamos al quarto, segundo Magón, Verdat sea que de grado Vestía una cota de damasco bis Vestían de aceytuní Vi a Camila e vi a Penélope, Vi a Dido e Penélope, Vi a Latino con muchos latinos, Vi ançillas sofraganas, Vi Çésar e vi Pompeo, Vi David e Salomón Vi Licomedia, e vi Eurediçe, Viso angélico, donoso, Vos soys la que yo elegí Ya de los temores çesava el combate Ya del todo desfallesçe Ya los corredores d'Apolo robavan Ya mi pena non es pena Ya pasaba el agradable Ya se pasava el verano, Yo del todo he ya perdido Yo dubdo poder loar Yo fiçe los pueblos de Thebas e Athenas, Yo loé las de Moncayo Yo non fago dubda que si de Catulo Yo parto los reynos, coronas e honores, Yo soy tuyo, non lo dubdes, Yo vi de Macrobio, de Guydo e Valerio Yo vos serví lealmente Yo, mirando una ribera, »A mí non convienen aquellos favores »Io veio li vostri sembianti cotali, »¡Benditos aquellos que con el açada »¡Benditos aquellos, que siguen las fieras,
|
|