Poesías
Poesía celebrativa
Égloga piscatoria
leída en Junta General
celebrada por la Real Academia de S. Fernando, en 28 de Agosto de 1760, para la
distribición de los premios a los discípulos de las Nobles
Artes
Canto
recitado en la Junta general
celebrada por la Real Academia de S. Fernando en 3 de julio de 1763, para la
distribución de premios a los discípulos de las Nobles
Artes
Canción
que por encargo de la Real Academia
de San Fernando compuso el Autor, con motivo de haber remitido a ella el
Príncipe N. S. y el señor Infante don Gabriel dos diseños
de arquitectura delineados, spombreados y firmados de sus manos. Díjose
en la Junta general de 3 de julio de 1763
Los Bereberes
Égloga africana a la
erección de la estatua que dedicó a la memoria del rey Nuestro
Señor, en la plaza de Armas de Orán el día 20 de Enero de
1772, el Mariscal de Campo D. Eugenio de Alvarado, etc. Comandante General de
aquellas plazas y fortalezas
El oráculo de Manzanares
Romance recitado en la Junta general
de la Real Academia de San Fernando el 7 de julio de 1784 para la
distribución de premios
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A Asturias glorias duplica, A Carlos de su fe pura Acostumbrado, Filis, a tu halago Adorado dueño mío... Amado dueño mío, Andaba en Chinchilla un loco Antes al cielo faltarán estrellas, Arde mi corazón, y su violento Audaz un escarabajo, Ausencias son, bien mío, Ausente de su patria, desvalida, Ausente de tus ojos, Barqueros de estas costas, Bella pastora del Tajo, Betis y Tajo, admita vuestro celo Bien sé que en vano mi dolor violento Bosques y selvas del Pardo, Bramaba el ronco viento, Busca el albergue en la tiniebla fría Clamores tristes, con cuyo Como ausente de ti, Filis, Como si amor por sí, Filis, no fuera Con esplendidez extraña, Con los más rendidos modos, Con los números terceros Costumbre antigua fue de los que intentan ¡Cuán sosegada, cuán tranquilamente ¡Cuántas veces presumo Dando de su amor señales, De Carlos la protección ¿De dónde, con guirnaldas florecientes De la murciana opulencia De los misterios santos ¿De qué servía tu valor entonces, De tu dueño tirano los recelos, Del Asia noble porción, Del gran Carlos la sabia providencia Del sol en la luz pura Del traductor de la Xaira, Detrás de ese altivo monte, Dices que no merezco, dueño mío, Dichoso puedes llamarte Dulce, canora Clío, El lápiz criador de Carnicero, Elysii campos, stellantia regna Tonantis Émula de sus blasones, En el tropel de males que padezco, En el valor singular En la falda del Kar, cuya ardua cumbre En las orillas del río En sistemas sutiles no malogres En tantas aclamaciones En tanto cañón sañudo En Vizcaya el hierro indicio Es tan grande mi amor, oh Lisi mía, Fabio, cuya fe constante Filis, yo vivo muriendo, Gran Dios, son tus decretos Guirnaldas tejen lozanas Hecho montes de espuma el ancho Egeo Hermoso y adorado dueño mío, Heroicos hijos de España, Hoy Navarra ofrece sola Hoy, con su obsequio a tus pies, Hoy, en obsequio de Carlos, Ilustre Mauritania cesariense, Ínclita Amalia, ilustre, generosa, Jaén ofrecer merece La envidia con su aliento venenoso, ¿La humilde pluma, que dichosamente La mejor parte de España, La Memoria de Cosmillo Los negros caracteres que matizan Los presidios africanos Luego que fue a ilustrar su nuevo alcázar, Mal haya la infame lengua, Más al Perú le enriquecen, Más hoy a Córdoba ilustra, Montes de África adustos, Muestras os dan de su agradecimiento, Necio, atrevido y loco me apellida, Ni enfermedades, ni peste, Ninfas del Manzanares, si algún día No os atropelléis, traidoras, ¿No te bastaba, bárbara fortuna, Nox erat, & coelo chrystallina cornua Phoebe Nunca más afortunadas Nunca mejor Costa Rica Nunca tuve más amor, Oh tú, que alma del viento tantas veces Pagana atrocidad, griegas costumbres, Para que con más decoro Para que en fe de su amor Parte a dorar con luces celestiales Partes, hermosa Filis, Perdona, Lisi mía, la extrañeza, Perlas California ofrece Ponderarte el ardor, que violento Por cabo de cien jinetes, Por si de esta vez me acaba Por vos, mejor Mercurio, el Jove hispano Porque a Carlos pruebas dé ¡Posible es, Filis mía, Pues desde aquí descubro ¿Que así, Filis, repitas ¿Qué es esto, amante corazón rendido? ¿Qué importan los infiernos repetidos ¡Qué triste despierta el alba! ¿Quién, sin merecerlas, Renuevo heroico del varón glorioso, Rodeado mi amor de inconvenientes, Si al esfuerzo catalán, Si de Febo la luz pura Si del valor español Si es muerte, si es infierno, Lisi mía, Si está mi vida, Filis, en tus ojos, Si incremento admitiese Si más me pides celos, Filis mía, Si milagro del valor Si nadie puede verte sin amarte, Si oír queréis las señas Si piensas, Filis mía, Si pretendes por despojos, Si tu mérito, Lisi, conocieras, Siguiendo de amor las leyes, Son, pecador, mis juicios Splendentes jam tolle tuos, Pictura, colores. Sus altivos homenajes Suspicit egregios quicumque, Amalia, vultus: Testigos son, bien mío, Un rayo de los cielos desprendido, Un tuerto dio en la manía Valencia en su nombre ofrece Vas, Amarilis, quejosa Ver ubi perpetuum terris, intersita densis ¿Ves aquel libertino Vierte sus abundancias Amaltea Viva fuente de luz inmensa y pura, Vuelven a tu poder, Filis divina, Ya está verificada, Ya que he quedado en donde Ya salió la Apología Ya, Lisi, ha llegado el tiempo Yo estoy, Filis, muriendo, Zafra me dio patria, origen
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